El
equipo de espaciophake ha realizado, un año más, su tradicional peregrinaje a PhotoEspaña.
Aunque en esta ocasión, la galería (oh tempora, oh mores!) ha
decidido minorar los presupuestos relativos a consumo cultural con la
consiguiente reducción de tiempos, de terrazas y de tapas, lo que nos ha
impedido un recorrido exhaustivo por el festival (él mismo redimensionado por
razones crematísticas) y sus aledaños. Esto ha supuesto centrarnos en la Sección Oficial y en el llamado
Festival off. Esta es nuestra pequeña crónica.
En
este el segundo año como director de PhotoEspaña, Gerardo Mosquera se ha
decidido por un festival “más cultural y
social que estrictamente artístico” [Mosquera, Gerardo. Desde aquí. Contexto e internacionalización.
PHEBooks, “Introducción” pág.9], o dicho de otra manera, Mosquera elige para
vertebrar los festivales conceptos de amplio campo hermenéutico, aunque
hilvanados siempre por la práctica de la diferencia y las nuevas relaciones
centro-periferia.
A esta querencia por la “liquidez temática” se añade una clara voluntad de incidir en la inclusión de obra más allá de la estricta práctica fotográfica, creando un marco de amplio espectro; esta suma de desplazamientos son los que confieren carácter al PhotoEspaña de Mosquera.
A esta querencia por la “liquidez temática” se añade una clara voluntad de incidir en la inclusión de obra más allá de la estricta práctica fotográfica, creando un marco de amplio espectro; esta suma de desplazamientos son los que confieren carácter al PhotoEspaña de Mosquera.
Una
de las novedades de esta edición (y que desde aquí celebramos) es la
publicación digital PHE Books. En este número inaugural se reúne escritos de
nombres como Anna María Guasch, Manray Hsu, Kekena Corvalán o el propio Mosquera
con el objetivo de reflexionar sobre el tema escogido para articular el
festival; sin duda, una iniciativa que lo enriquece y completa.
Este
es nuestro peculiar repaso a las exposiciones:
1. En Clave de Son:
“NO proyectado
sobre el Papa” de Santiago Sierra. Espacio Off
Trabajo en el que se vuelve a pivotar sobre
las nociones de espacio público-arte-resistencia; mediante esta intervención
espacial en la que se profundiza en el antagonismo relacional que aparece ya en
sus trabajos performativos de finales de los 90´ da un paso más con el
luciferino image fulgurator, un ingenio
creado por Julius von Bismark
“con un flash sincronizado que proyecta imágenes en superficies planas en el mismo instante en que se dispara el flash de otra cámara” que promete controversia.
Museo Reina Sofía:
La concurrencia en un mismo espacio de Sharon Hayes (con sus actos de habla) y Hans Haacke hacen la visita al reina Sofía una cita indispensable.
La concurrencia en un mismo espacio de Sharon Hayes (con sus actos de habla) y Hans Haacke hacen la visita al reina Sofía una cita indispensable.
Carlos Garaicoa. La
fotografía como intervención. Fundación ICO
Es este un recorrido
representativo por la obra fotográfica de Garaicoa, práctica de la que se sirve
como “caja de resonancia” de su quehacer artístico.
El leit motiv de su obra, la ciudad, queda representada en sus trabajos de los 80´ en los que hace restallan los ecos del arte conceptual, la performance, el happening y el intervencionismo político en las calles de la Habana.
Mediante sus series de “objetos encontrados” que remiten a un hábitat en desintegración permanente; sus fotografías intervenidas, utilizando los viejos recursos de estudio de arquitectura y en los que sujeto y lenguaje interaccionan; en sus recreaciones de una ciudad futura cuyos dibujos remiten al optimismo de la vieja vanguardia y que nos confrontan con la simulación colectiva de un “progreso” en una colectividad en la que el tiempo se ha detenido; con su materialización del espacio fotográfico a través de hilos (siempre materiales humildes que nos hablan de la escasez de recursos de toda una isla) que recrean una narración; su trabajo de maquetización de la ciudad; la utilización del vídeo….
Merece la pena el itinerario Garaicoa, un artista combativo sacralizado por el museo.
El leit motiv de su obra, la ciudad, queda representada en sus trabajos de los 80´ en los que hace restallan los ecos del arte conceptual, la performance, el happening y el intervencionismo político en las calles de la Habana.
Mediante sus series de “objetos encontrados” que remiten a un hábitat en desintegración permanente; sus fotografías intervenidas, utilizando los viejos recursos de estudio de arquitectura y en los que sujeto y lenguaje interaccionan; en sus recreaciones de una ciudad futura cuyos dibujos remiten al optimismo de la vieja vanguardia y que nos confrontan con la simulación colectiva de un “progreso” en una colectividad en la que el tiempo se ha detenido; con su materialización del espacio fotográfico a través de hilos (siempre materiales humildes que nos hablan de la escasez de recursos de toda una isla) que recrean una narración; su trabajo de maquetización de la ciudad; la utilización del vídeo….
Merece la pena el itinerario Garaicoa, un artista combativo sacralizado por el museo.
Ansiedad de la imagen. Fundación telefónica
Huang Du ha programado una
muy buena exposición, partiendo de la idea de ansiedad (reacción ante una
circunstancia estresante) y la respuesta militante de los distintos artistas
mediante la imagen; aglutina problemáticas distintas y las hace pivotar en la
idea de glocalización, en sala presenta una distribución coherente de espacios
y obras.
Resaltamos “Las fronteras
del imperio II” de Chen Chien-Jen que a través del documento fotográfico y la
ficción del vídeo nos habla sobre la manipulación de la historia de los pueblos
y su intento de recuperación a través de la memoria borrada de su padre.
Miki Kratsman con la instalación “El archivo”, tres pantallas en las que se proyectan imágenes que nos acercan al conflicto entre Israel-Palestina, una historia de la ocupación en la que, además, se cuestiona la distancia entre el documento y el arte.
Miao Xiaochun con “Desilusion”, vídeo con animación 3D en el que se entremezclan las referencias de oriente y occidente.
El poder (Eugenia Raskopoulos, Wang Ningde), la guerra (Daniel Schwartz), la droga, el trabajo, el crecimiento de las ciudades, la identidad son algunos de los otros temas que completan la interesante exposición.
Miki Kratsman con la instalación “El archivo”, tres pantallas en las que se proyectan imágenes que nos acercan al conflicto entre Israel-Palestina, una historia de la ocupación en la que, además, se cuestiona la distancia entre el documento y el arte.
Miao Xiaochun con “Desilusion”, vídeo con animación 3D en el que se entremezclan las referencias de oriente y occidente.
El poder (Eugenia Raskopoulos, Wang Ningde), la guerra (Daniel Schwartz), la droga, el trabajo, el crecimiento de las ciudades, la identidad son algunos de los otros temas que completan la interesante exposición.
Jürgen Klauke |
Espacio Off
El
año pasado las galerías madrileñas se esforzaron en presentar obra de formato
medio a precios muy asequibles con la intención de animar el apático mercado,
parece que este año las galerías han renunciado a esa estrategia y abundaba el
formato grande y los precios aún más grandes.
Entre
las muchas exposiciones, destacamos el trabajo de Álvaro Laiz “Transmongolian”
que documenta la situación de marginación de los gays, lesbianas y transexuales
de Mongolia; la desasosegante propuesta de “estetización de lo existencial” de
Jürgen Klauke y sus “Schlachtfelder”.
Esquizofrenia Tropical, Instituto Cervantes
Colectiva de autor+s hispanoamericanos comisariada por
Iatâ Cannabrava. Nos gustó la representación brasileña: Tuca Vieira “Copan y
Paraisópolis” y Tatewaki Nio “Escultura do inconsciente” trabajos centrados en
el paisaje urbano.
La presencia nativa, algo
muy escaso en la edición anterior, se multiplica este año con “La tierra más
hermosa, Cuba” la colectiva de Casa de América comisariada por J.C. Moya. Once
fotógrafos (Bas, Castro Prieto, Catany, Díaz Burgos, Díaz-Maroto, García Alix,
García Rodero, Marcos, Mellado, Meneses, Muñoz) que representan la mirada “desde
fuera” y cuyas imágenes recorren todo el espectro posible (desde el
fotoperiodismo, a la búsqueda del exotismo icónico) en el acercamiento a lo
“otro”.
Radicalmente
distinto, el exquisito trabajo “Still Life” de Rafael Sanz Lobato en el espacio
Once.
2. Perdiendo el compás:
Coitus interruptus: “Asia Serendipity + De la Factory al mundo” dos exposiciones diferentes en el mismo espacio. Teatro Fernán Gómez. Centro de Arte
Asia Serendipity. The new challenges of photography in Asia.
Continuando
por el gusto a invitar a curadores de postín, mejor si además son responsables
de alguna bienal, Fumio Nanjo se ha hecho cargo de la exposición programada en
el espacio-cuore del festival: el Teatro Fernán Gómez. Centro de Arte.
Nanjo presenta en Asia
Serendipity
En ocasiones, la inclusión de la obra dentro del tema de la exposición resulta forzada (Nomura y sus sorprendentes y humorísticas presencias de personajes infantiles en medio de lo cotidiano, Pushpamala y su relato bollywoodiense, o las lánguidas muñecas de Sekimoto-Iga), en otras la excepcionalidad de la práctica en un territorio concreto justifica la presencia (Kazem Mohammed).
La serendipia a la que alude el título, ese afortunado hallazgo accidental, se traduce en una deriva del comisariado que acaba por deslucir el conjunto; también nos pareció curioso que todos los artistas japoneses presentes en la exposición hayan sido bendecidos por el certamen Nuevos cosmos de la fotografía, de Canon (quizá, un hallazgo en cascada).
En definitiva, una gran promesa… incumplida.
“una nueva visión, contemporánea, de la utopía”a través de la mirada de los, así nos los presentan, díscolos y heterodoxos artistas asiáticos seleccionados, que dan lugar a una desordenada sucesión de propuestas, lo que lastra el resultado final.
En ocasiones, la inclusión de la obra dentro del tema de la exposición resulta forzada (Nomura y sus sorprendentes y humorísticas presencias de personajes infantiles en medio de lo cotidiano, Pushpamala y su relato bollywoodiense, o las lánguidas muñecas de Sekimoto-Iga), en otras la excepcionalidad de la práctica en un territorio concreto justifica la presencia (Kazem Mohammed).
La serendipia a la que alude el título, ese afortunado hallazgo accidental, se traduce en una deriva del comisariado que acaba por deslucir el conjunto; también nos pareció curioso que todos los artistas japoneses presentes en la exposición hayan sido bendecidos por el certamen Nuevos cosmos de la fotografía, de Canon (quizá, un hallazgo en cascada).
En definitiva, una gran promesa… incumplida.
La utopía en el Fernán
Gómez se recrea, de forma mayoritaria, mediante la fragmentación:
- bien a través de la posproducción [Lu Yao recoge la tradición icónica del paisaje tradicional chino para crear una pesadilla de residuos; Sohei Nishino construye en sus vistas aéreas megalópolis asfixiantes]
- o bien por el collage [como en la obra surrealista de Yasushi Kohno].
Entre los otros tipos de
propuestas, destacamos la notable serie de elementos bélicos convertidos en
sueños de chocolate de Hideyuki Ohba, la propuesta documentalista de Sherman
Ong y el trabajo conceptual de Kazem Mohammed.
Mención aparte merece Yuki
Aoyama y su serie de colegialas que nos presenta ese extraño y abundante género
de “lolitas japonesas en uniforme de colegio en posturas raras”, estética
limpia y depurada en la que se evita la individualización del sujeto y que
remite a un erotismo perverso.
[Recordamos que en ese
mismo espacio, el año pasado, Gerardo Mosquera presentó la cuestión de género a
través de la obra de Nancy Burson (y su galtoniana representación de la belleza
femenina), la insufrible “Quinceañeras” (comisariada por Giselle V. Gómez), y
el espacio doméstico como símbolo de paraíso posible de Marta Soul].
La exposición puede
entenderse como una prolongación de “El poder de la duda”, comisariada por Hou
Hanru en la sede del ICO durante la pasada edición de PhotoEspaña aunque de
menor calado, sin presentar novedades reseñables ni lecturas que no hayamos
visto antes.
Los “Wild Asians” de Nanjo nos presentan utopías “políticamente correctas” que no alcanzan a atrapar nuestro interés, el conjunto de obras no parece ajustarse al objetivo de la muestra y pervive una sensación de deja vù.
Los “Wild Asians” de Nanjo nos presentan utopías “políticamente correctas” que no alcanzan a atrapar nuestro interés, el conjunto de obras no parece ajustarse al objetivo de la muestra y pervive una sensación de deja vù.
De la Factory al mundo. Fotografía y la comunidad de Warhol
Tras el paseo asiático y
contemporáneo, se transiciona sin respiro al mítico universo warholiano. Una
muestra divertida y popular que nos acerca a los ansiados “quince minutos de
fama” a través de deliciosas instantáneas. Retrato nostálgico del paraíso
perdido.
Su comisaria , Catherine
Zuromskis, declara que
Warhol parece una apuesta segura (¿a quién no le gusta?) para atraer público, más todavía cuando se apuesta por el lado glamoroso y mediático de la historia; pero una galería de retratos y una pared forrada de papel de aluminio no parece suficiente para mostrar la pertinencia del modelo Factory en la práctica social y artística actual.
“pretende no solo ofrecer una visión desde dentro de la historia de la Factory como fenómeno social, sino también mostrar hasta qué punto el modelo de la Factory como comunidad es de gran pertinencia para la práctica social y artística en un contexto contemporáneo mundial.”
Warhol parece una apuesta segura (¿a quién no le gusta?) para atraer público, más todavía cuando se apuesta por el lado glamoroso y mediático de la historia; pero una galería de retratos y una pared forrada de papel de aluminio no parece suficiente para mostrar la pertinencia del modelo Factory en la práctica social y artística actual.
En su conjunto, la expo
central en el Fernán Gómez nos resultó decepcionante.
Gallerys:
La explicación que el responsable de sala nos dio sobre la obra de Nanna Hänninen (con sus fotografías pintadas y retrofotografiadas) entroncándolo con el trabajo de Sherrie Levine.
La estrambótica obra de Nicole Morris “A romance in two parts”, una experiencia espacio-temporal hilarante.
La eliminación de material de sala.
Es comprensible que el papel sea la primera víctima (el abuso en el consumo de papel alcanza cifras intolerables, tal y como nos mostró C-Komite en su intervención #UGR), pero esta escasez de información sobre la exposición y los autores es un elemento negativo dentro del festival.Una solución alternativa (y económica) la planteaban en el Instituto Cervantes, disponiendo la información de modo que invitaba a tomar únicamente aquello que interesaba; o en la Fundación Telefónica, con un código QR.
Hasta
la finalización del festival no conoceremos los datos de visitantes, al cabo,
lo único que importa. Si esto del rescate no acaba con nosotros, volveremos el
año que viene.
EspacioPhake
Junio 2012
0 comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos un par de líneas y charlamos.