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miércoles, septiembre 28

El paisaje habitado. Las Colmenas de Igor Calvo

“la arquitectura – entendida aquí como la expresión espacial que
se reconoce más fácilmente- se ha vuelto más una yuxtaposición
de habitaciones que una articulación del espacio”
László Moholy-Nagy*

La correlación funcional de las Colmenas aparece en el nuevo trabajo fotográfico de Igor Calvo como imagen deteriorada de nuestra sociedad. En estas estructuras hiperbólicas se diseminan, obedientes, una sucesión de habitáculos in-habitables dispuestos para ser acoplados a sus correspondientes “unidades de vida”. Son fotografías que presentan un espacio visual ampliado que remite a un no-límite. En las colmenas no hay afuera, y este confinamiento dentro del plano dificulta que la mirada se concrete en cada una de las pequeñas celdas que configuran la colmena.


ESPACIO FORMAL Y ESPACIO PERCIBIDO 
En la serie Colmenas cada fotografía cristaliza una formación única, construida mediante la relación de cada una de las oquedades asociadas. Cada uno de estos vanos se relaciona con los demás de un modo mínimo, pero sometidos tenazmente a las estipulaciones arquitectónicas.
Mirar una de las Colmenas de Igor Calvo nos lleva de forma directa al descubrimiento de una configuración compleja de relaciones entre diminutas piezas. Cada cavidad dibuja tenuemente su contorno, como reivindicando su posición dentro de un todo en el que apenas hay espacio.
Cada fragmento se agrupa en una sola imagen y nos enfrenta a un espacio físico que ignora la curvatura. Un espacio que solo comprehendemos cuando, desnudo de detalles, encontramos las formas básicas que lo atraviesan. Estructuras que toman las más sencillas direcciones: vertical y horizontal.



En fotografías como “El frio” se alinean unidades de habitabilidad que se nos antojan irracionales y que parecen prolongarse en línea ininterrumpida. Espacio de ocupación tan inverosímil que pensamos imaginario, ajeno.
En estos entornos los “sujetos” son formas específicas que no adquieren valor si no es por su relación a la comunidad, a la colmena.



Esta percepción aglutinadora hace que de estas gigantescas “máquinas para vivir” solo trasluzca su rigor y su unidad exterior. Esta manera de mirar las moles arquitectónicas evita indagar sobre las formas individuales que las habitan. Las colmenas (“Pabellones Psiquiátricos”) son espacios exteriores públicos, fachadas uniformes y de lectura sencilla (cuadrados, rectángulos, círculos).  

Exterioridad objetiva y predeterminada (eficacia en la construcción) que no nos deja ver los espacios domésticos que aprisiona y en los que se refugian sujetos aislados, encerrados, separados entre sí. Tachonados en una posición precisa e inamovible.


ESPACIO FÍSICO
 
La paradoja de las imágenes que Igor Calvo nos presenta en Colmenas es que, aunque en nuestra retina persistan las imágenes reducidas a sus estructuras más simples, cuando nos colocamos frente a ellas captamos de manera instantánea la singularidad del espacio propuesto en cada fotografía (“Fábrica Industrial del Pensamiento”).




En todas las fotografías, como en “Ad Infinitum”, la mirada de Igor Calvo no se centra en una sola unidad, en una sola ventana (un plano limitado que nos permita extraer conclusiones) sino que presenta un sistema cuya especificidad constituye el crecimiento indefinido mediante la adición (perversa adicción) de estructuras básicas y que nos hace intuir que estos bloques ilimitados extienden su presencia fuera de plano.




Colonias creadas bajo formas precisas, calculables que permiten economía espacial, presentadas en planos frontales, sin profundidad (“La Realidad”).



 
Una vez más, en el universo del fotógrafo Igor Calvo no hay más que indicios de la presencia humana, y solo mediante el espacio que habitan podemos inferir sus actuaciones. El paisaje urbano que recrea es un espacio ambiguo
 “…refugio y cárcel al mismo tiempo…” 
una enorme pared tras la que no parece haber más que atrezzo, ficción de paisaje habitable, de vida.

Colmenas es la tercera entrega de la Tetralogía Urbana que se inició con la serie “Escenas del Mundo Flotante” y continuó con “Comic City” (ambas exhibidas en la galería PhotoArte Komite). 
Un recorrido “en progreso” por el espacio urbano que alcanzará su pleno significado con Código Postal, serie que cierra dicha tetralogía.

S.M.X.
PhotoArte Komite

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