Campaña contra la legislación sobre utilización de cámaras fotográficas en espacios públicos. Ley antiterrorista británica, Sección 44.
Si echamos un vistazo a las noticias que sobre el Reino Unido se publican en este país, veremos que se centran bien en su situación económica (al igual que en el caso del resto de Europa), bien en la campaña electoral que desembocará en las próximas elecciones para elegir al premier británico.
Sin embargo, apenas han llegado ecos hasta nuestro país de lo que podría denominarse una pequeña revolución que los fotógrafos británicos están llevando a cabo para contrarrestar parte de la legislación británica en materia de libertades y “contraterrorismo”.
Si echamos un vistazo a las noticias que sobre el Reino Unido se publican en este país, veremos que se centran bien en su situación económica (al igual que en el caso del resto de Europa), bien en la campaña electoral que desembocará en las próximas elecciones para elegir al premier británico.
Sin embargo, apenas han llegado ecos hasta nuestro país de lo que podría denominarse una pequeña revolución que los fotógrafos británicos están llevando a cabo para contrarrestar parte de la legislación británica en materia de libertades y “contraterrorismo”.
En concreto, contra la cada vez mayor imposibilidad de obtener fotografías y de trabajar con una cámara de fotos en espacios públicos susceptibles de ser objetivos terroristas: dígase parques, estaciones de metro, oficinas gubernamentales, monumentos, etc, etc…; y la interpretación que los agentes de las fuerzas y orden público de Gran Bretaña hacen de las leyes antiterroristas británicas, más concretamente de la Sección 44, que permiten a los mencionados agentes impedir la toma de fotografías, proceder a dispersar a los fotógrafos e, incluso, a la confiscación de equipos fotográficos o la destrucción de las imágenes tomadas.
Ya que todo lo mencionado hasta ahora suena más al 1984 de George Orwell que al 2010 de la democracia y la economía de mercado, en las siguientes líneas os traduzco parte del “quienes somos” que los propios fotógrafos británicos han colgado en la página web que sirve de soporte a la campaña que han titulado “Soy un fotógrafo, no un terrorista (I’m a photographer, not a terrorist)” .
“La fotografía está siendo atacada. Parece ser que, a lo largo y ancho del país, cualquier persona con una cámara está siendo catalogada como potencial terrorista, ya sea amateur o profesional, practique la fotografía urbana, de arquitectura o de naturaleza.[…] Esta campaña es para tod+s aquell+s que valoran las imágenes y la imaginería, no solamente para los fotógrafos.Debemos trabajar juntos ya para parar esto antes de que la fotografía se convierta en parte de la historia en vez de ser un modo de registrar la historia”
Lo dicho, creo que puede ser muy interesante seguir esta campaña aunque sea en la distancia; ya que, entre otras cosas, nunca se sabe hasta que punto Gran Bretaña exporta sus modas y usos al resto del viejo continente.
Antes de finalizar, si alguien que lea estas líneas se encuentra en UK actualmente, le animo a que nos haga llegar sus comentarios o impresiones sobre cómo está viviendo el alcance de esta campaña y su repercusión.
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