viernes, diciembre 31

Phakeye 2010

Phakeye es la sección en la que el equipo del blog espaciophake muestra su particular punto de vista sobre la actualidad a través de una imagen.
En este catálogo, PHAKEYE 2010, hemos reunido todas las imágenes que, a lo largo de los últimos ocho meses de este año, han configurado la lectura del mundo del equipo de EspacioPhake.





Phakeye adolece de todos los defectos de los diarios de a bordo, ya que la forma en la que se plasma la realidad es parcial, inexacta e inconstante
Pero, al mismo tiempo, Phakeye presenta una pequeña virtud, ya que permite describir con total libertad los posicionamientos de los miembros del equipo ante las noticias que nos llegan cada día.
Esperamos que lo disfrutéis.

Feliz nuevo año a tod+s!!!

MusicPhake para LastCall 3

Ahora que parece que los aeropuertos de media Europa y Norteamérica están volviendo poco a poco a la normalidad, estamos seguros que la tropa de pasajeros retenidos en los aeropuertos solo quieren decir Si!!! cuando les preguntan desde las compañías aéreas si están dispuestos a volar en el primer avión disponible.

Aunque la banda originaria de escocia, Snow Patrol, se refiere más bien en este tema (Just Say Yes) que acompaña a la exposición Last Call, a que su enamorad@ les diga que si de una vez a su petición de amor correspondido.


jueves, diciembre 30

Person of the Year 2010

                          "Timo - Personita del año 2010", Ighost 2010


Estamos en una época del año en la que los mass-media, y cualquier otro medio de comunicación sin importar su tamaño, hacen resumen de lo más destacado del año. También, y cada vez más, se hacen reportajes especiales en los que se nos presenta al público a aquellas personas que, siempre según los medios, han sido noticia o han destacado por encima de las demás. Por supuesto, todas esas personas suelen ser ya de por sí personajes conocidos, famosos, populares, con responsabilidades dirigentes o posibilidad de llevar a cabo acciones con gran repercusión.

Sin embargo, en este año que podríamos calificar literalmente como horrible para el ciudadano medio, desde espaciophake queremos destacar como personaje del año, precisamente, a ese ciudadano común que, estoicamente, ha aguantado todos los palos con que las instituciones y entidades privadas de afán de lucro, desde la más cercana a la más inalcanzable, han tenido a bien obsequiarnos.

Eso si, esperemos que el año que viene nuestro protagonista vuelva a ser portada, pero esta vez por algo mucho más positivo y optimista.


Feliz año nuevo



miércoles, diciembre 29

"Dream on Cyclist: Silvio", por Igor Calvo




“Recuerdo que, al principio, tenía miedo de los payasos y, sobre todo, de que mis padres nos llevaran un año tras otro al circo que visitaba el pueblo durante las fiestas patronales. No diría que era una fobia, pero si que, en vez de sonreír ante el esperpéntico maquillaje y aspecto de los payasos, sentía algo más que angustia ante el temor de que se volviesen más locos de lo que parecían estar y me atacasen.


Un día, incluso, me escapé de la vigilancia de mis padres cuando accedíamos al circo y eché a correr tan rápido como pude por dónde yo creía ver una salida. Lamentablemente, fui a dar a una especie de tienda donde, horror!!!, se estaban maquillando la tropa de payasos del circo. Aterrado, comencé a buscar una salida y me topé de bruces con un payaso sin maquillaje que resulto ser el hombre más hermoso y apuesto que jamás había visto.


Ya no quise esconderme más de los payasos y fui descubriendo que lo que me asustaría a partir de entonces, tendría que ver más con mis inclinaciones sexuales y cómo ocultarlas a los demás que con fobias infantiles.


Con un matrimonio de conveniencia fracasado y dos relaciones rotas por mi culpa con hombres maravillosos tras de mi, me encuentro a la puerta de un circo con la vana esperanza de que tras el maquillaje de alguno de los payasos se encuentre el amor de mi vida.”

"Dream on Cyclist: Silvio", por Igor Calvo

martes, diciembre 28

La tradición de la fotografía post-mortem. Galicia como caso de estudio, por Virginia de la Cruz Lichet

La idea del retrato post-mortem ha estado muy presente en la tradición de representación occidental, teniendo mucho que ver con las creencias en torno a la muerte y al Más Allá que configuran un imaginario colectivo y conducen a unas actitudes determinadas del hombre frente a la muerte; creencia que recrean un espacio y un mundo paralelo al terrenal. 

En la tradición cristiana, de la que el mundo gallego forma parte (y el occidental en su conjunto), la idea del Más Allá ha ido evolucionando a lo largo de la historia

La antigua actitud donde la muerte era, a la vez, familiar y próxima, se opone completamente a la que hoy en día conocemos y nos atemoriza. Es lo que Philippe Ariés denomina la mort appivoisée(1) que se podría entender como la muerte más civilizada (domesticada) oponiéndose a aquella otra entendida como violenta y salvaje. Por lo tanto, este adiestramiento del hombre permite, en cierto modo, la coexistencia entre vivos y muertos, favoreciendo esa cercanía casi natural entre ambos.

  1. Introducción: la tradición del retrato fotográfico post-mortem

La tradición del retrato fotográfico post-mortem se remonta a los inicios de la fotografía. De la misma manera que ésta heredó de la pintura la tradición retratística, esta modalidad también se incorporó instintivamente a la labor del fotógrafo decimonónico que supo resolver tanto los problemas técnicos como los referentes al tipo de imagen. 
Estos pequeños espejitos que eran los daguerrotipos revelaban, a la manera de fantasmagorías, la imagen de un recuerdo ya eclipsado pero siempre presente en la memoria. Este memento mori grabado en la mente significaba un umbral objetualizado, casi fetichizado para el que se quedaba a la espera de poder emprender su propio viaje
Por lo tanto desde los primeros daguerrotipos hasta las gelatinas de revelado químico, los retratos post-mortem han formado parte de la Historia de la Fotografía(2). Existen testimonios de los propios operarios que describen con gran acierto la dificultad que había a la hora de tomar este tipo de imagen no sólo desde el punto de vista técnico, sino también físico:

     Ponga el cuerpo en el sofá; haga que los conocidos arreglen la cabeza y los hombros lo más aproximado posible a como estaba en vida, después cortésmente solicite que abandonen la habitación. […] Acerque el sofá donde está el cuerpo lo más cerca posible de la esquina, alzarlo en una posición sedente, y reforzarlo firmemente, utilizando como fondo un tejido gris. […] Arregle las cortinas para utilizar la parte superior de las ventanas, permitiendo que entre la luz con más intensidad, pero algo más suave por un lado que por el otro para aclarar la sombra correctamente, girando el rostro ligeramente hacia la luz más intensa pudiendo producir un efecto de sombra delicado si es deseable. Coloque su cámara fotográfica frente al cuerpo a los pies del sofá, tenga su placa lista, y […] abra los ojos usando el mango de una cucharilla […] obteniendo así una cara tan natural como en vida. El retoque apropiado disipará la inexpresividad y la mirada fija. (Philadelphia Photographer, vol. 10, 1877, pp. 200-201).

Este ejemplo testimonial de la segunda mitad del siglo XIX, da cuenta de estas limitaciones, en ocasiones, difíciles de solventar. No obstante, el tipo de representación que se corresponde con esta modalidad conoce una evolución a lo largo de un siglo y medio, coincidiendo con los cambios de mentalidad y de actitud del hombre frente a la muerte.

En sus inicios, los pequeños daguerrotipos y tarjetas de visita colmaron las necesidades emotivas de una sociedad que requería conservar el único retrato de un ser querido. Todo lo que revelaba el verdadero estado del difunto debía ser eliminado, todo aquello que mostraba su falta de vida tenía que ser ocultado, creando unos simulacros que, en ocasiones, resultaban terroríficos. Estas imágenes mostraban sobre todo a pequeños individuos, sentados en sillones junto con sus juguetes, con los ojos abiertos; o incluso adormecidos sobre grandes almohadones: a la manera de un sueño profundo.

     Teníamos que salir entonces más de lo que lo hacemos ahora. […] La manera que tuve para hacerlos vestir y colocarlos [a los cuerpos] en el sofá, era sólo dejándolos como si estuvieran dormidos. (Philadelphia Photographer, vol. X, nº 117, septiembre de 1873, pp. 279-280)

Los difuntos niños retratados desvelan una intensidad emotiva difícil de evitar, pero que dan sentido a este tipo de imágenes. Todos estos niños se convirtieron en pequeñas Alicias carrollianas, que simplemente se había sumergido en un viaje a la búsqueda de una aventura onírica en otros mundos imaginarios. La muerte se convertía entonces en un umbral que conducía hacia espacios mágicos. 

Es evidente que en un primer momento la sociedad intentaba disfrazar la realidad del hecho en la forma de representar estos pequeños retratos, como atestiguaron los propios fotógrafos:

     Si el cuerpo está en el ataúd, todavía puede ser fotografiado, aunque no sea del todo conveniente, ni con resultados tan buenos. El ataúd debe ser colocado cerca de una ventana, y la cabeza situada en la misma posición que sobre la mesa. Es de una importancia considerable que el ataúd no aparezca en la fotografía, y debe ser cubierto alrededor de los bordes por un trozo de paño de color, un mantón, o cualquier tejido que lo oculte de la visión. (The Photographic and Fine Art Journal, vol. 8, nº 3, marzo de 1855)

En definitiva, a lo largo del siglo XIX se pueden apreciar unos cambios sustanciales en el tipo de representación, coincidiendo, a la vez, con las mejoras técnicas y la democratización de la imagen fotográfica, que favoreció el que en cada familia hubiera la posibilidad de poseer varios retratos de los seres queridos.  

Es a finales de este siglo, cuando se deja de tomar esos primeros planos de los rostros apaciguados, y se retrata el funeral con toda la pompa característica, a la manera de recordatorio del día fatídico. Aparecen por lo tanto ataúdes, bellas composiciones florales que lo ocupan todo, anulando incluso el protagonismo del modelo.



    2. Uso y función de la fotografía post-mortem en Galicia (1890-1975)(3)


Si bien el retrato fotográfico post-mortem gallego se inserta en la tradición retratística occidental y cristiana, también mantiene un carácter propio que lo hace particularmente interesante.   
La gran producción de este tipo de imágenes que, por otro lado, se mantiene aún dentro del ámbito de lo privado, demuestra la importancia que tuvo (en particular en los núcleos rurales muy tradicionales), convirtiéndose en un elemento fundamental dentro del propio rito funerario; pero cuyo significado podía ser múltiple y complejo ya que poseía varias funciones dependiendo del uso al que iba destinado. 

Para poder tener una visión de conjunto se ha tomado como caso de estudio la obra de tres fotógrafos que representan tres momentos diferentes (1890-1899, 1924-1948 y 1955-1965) y, por lo tanto, permiten constatar los elementos que se mantienen y aquellos que evolucionan a lo largo de casi un siglo en el que se dio esta práctica(4).


     2.1. Maximino Reboredo (1890-1899).


La fotografía post-mortem gallega del siglo XX tiene, en su conjunto, un carácter híbrido que ya se anticipa con la figura de Maximino Reboredo, cuya obra se sitúa entre los años de 1890 y de 1899
Si bien otros fotógrafos como Pintos o Zagala se mantuvieron dentro de la tradición, la obra de Maximino Reboredo anticipa, en cierto modo, el tipo de representación característico del siglo XX, aunque con variantes en función del momento y del fotógrafo. 

En sus retratos, Reboredo representa al difunto en su caixa, a la manera del Cristo de Mantenga, imponiéndose ante nuestra mirada escrutadora. El conjunto integrado por el cadáver vestido con sus mejores galas, por los objetos religiosos (tales como cirios en sus candelabros, pequeñas imágenes religiosas y composiciones florales) que rodeaban al difunto, y por un fondo neutro (negro en el caso de los adultos y blanco en el de los niños) delimita el espacio escenificado de la muerte y del reposo. En el caso de los niños, el carácter de recuerdo de un ser querido del que no se poseía ninguna imagen se mantiene, ya que en las zonas rurales no era habitual retratar a la familia, salvo en ocasiones especiales.

Sus retratos destacan por su frescura y naturalidad, rasgo característico de este tipo de imagen, sobre todo en las zonas rurales donde las costumbres de antaño permanecen arraigadas hasta el último cuarto del siglo XX. 

Por lo tanto, no es de extrañar que esta modalidad retratística se mantuviera hasta 1975, tal y como atestigua Manuel Barreiro, fotógrafo de la parroquia de Forcarei

La cercanía que el espectador siente al observar un difuntiño tomado por Reboredo, la ternura con la que fotografiaba estos retratos de la intimidad, su mirada directa con que abordaba este tipo de representación, hace que sus imágenes se conviertan en pequeños iconos de la muerte, pequeños anuncios-recordatorios para el que no está allí para verlo y llorar la pérdida.

Desgraciadamente, Maximino Reboredo falleció con sólo veinticuatro años, truncando así una labor prometedora. Sin embargo, en sus siete u ocho años de producción fotográfica, demostró ser un hombre activo cuyas imágenes establecieron un lenguaje propio de la fotografía post-mortem gallega, caracterizada por ser muy directa y natural, y donde el fotógrafo adquiere el estatus de antropólogo visual autóctono. 

La fotografía póstuma se convierte, poco a poco, en un nuevo artefacto del propio rito funerario; rito que engloba toda una serie de creencias alrededor del Más Allá habitado por las ánimas en pena, que mantienen una relación estrecha con los vivos. De la misma forma, la imagen también permite ese contacto entre ambos a la manera de umbral metafísico.


     2.2 Ramón Caamaño (1924-1948) y Virxilio Vieitez (1955-1965)


Tras él, numerosos fotógrafos repartidos por toda Galicia como Pedro Brey, Ramón Caamaño, Rainiero Fernández, Virxilio Vieitez (y muchos otros, incluidos los anónimos) cubrieron las necesidades de una sociedad ansiosa por llenar con imágenes el vacío provocado por la pérdida, abandono que ya habían vivido con las numerosas oleadas de emigrantes que se ausentaban, día a día, de las casas donde nacieron. Estos fotógrafos repitieron a su vez los mismos puntos de vista, los mismos encuadres, aunque siempre añadiendo su propio toque personal.


Aunque se repetían las mismas tipologías, respondiendo a la tradición de representación, Ramón Caamaño introduce una novedad al retratar al difunto solo y con una vista frontal, pero ligeramente ladeada

El hecho de que Virxilio Vieitez incluya otras figuras en la imagen le otorga un carácter de documento testimonial de las prácticas del rito funerario en la Galicia de los años sesenta

Sin embargo, Caamaño procura acercarse más al difunto y, por lo tanto, acercar también al espectador, marcando puntos de vista novedosos. Quizás sus retratos tienen un carácter mucho más íntimo y construyen un espacio delimitado por el soporte fotográfico; un lugar aislado, creado, exclusivamente, para el sujeto-observador y, sobre todo, entre éste y el sujeto-observado. 

Hay que tener en cuenta que Caamaño pertenece a una generación anterior a la de Vieitez, y es por esto que en el caso de aquél, es probable que fuese el fotógrafo quien decidiera la puesta en escena. No obstante, en aquellos retratos fechados a mediados del siglo XX, y en particular en las imágenes de Vieitez, era la funeraria la que, dependiendo de los deseos de la familia, reconstruía el espacio destinado al velatorio, lo que favorecía unos decorados, en muchos casos, repetitivos. Aún así, Vieitez mantiene su originalidad a través del encuadre, la posición de la cámara y la colocación de los sujetos que rodean al difunto, pero también en su método de trabajo, tomando desde un primer plano hasta planos generales, con el difunto solo y acompañado; es decir, elaborando un álbum póstumo sin saberlo.

A lo largo de los años se puede advertir cómo la colocación del cuerpo ha ido cambiando: en un primer momento el ataúd se disponía de forma transversal a la cámara, pero, poco a poco, se va girando, de manera que éste quedara longitudinalmente a ella, provocando el, ya citado, brutal escorzo visual y una acentuada violencia dirigida hacia el sujeto-observador, testigo de los hechos. 

Este cambio respecto a la colocación del cuerpo se puede constatar en ejemplos gallegos de finales del XIX y principios del XX, como es el caso de alguna fotografía de J. Pintos o la de bebé muerto con ojos semiabiertos de José Alonso (5) (donde el cadáver aparece dispuesto de forma transversal con respecto al espectador), frente a otros ejemplos, también gallegos, pero ya de mediados del siglo XX, muy similares (en cuanto a composición) a las imágenes de Vieitez, como es el caso de algunos retratos de difuntos de José Moreira, especialmente el de niños como el de Nena Morta

Además de estos cambios hay que destacar que, según se avanza en el tiempo, los retratos póstumos suelen representarse de forma más natural y directa gracias a un encuadre mucho más cercano y a un punto de vista casi cenital.

La fotografía se muestra, por lo general, bajo una composición muy simétrica en la que subyacen elementos de contraste como es el caso del colorido que compone la imagen, ya que el difunto va de blanco y el resto de negro (sobre todo en el caso de niños y mujeres); la colocación del cuerpo, orientado a la inversa con respecto a la de los presentes, marca unas líneas verticales que chocan con la única línea horizontal y en escorzo, integrada por la figura del muerto, acentuando así esos espacios delimitados que configuran el ámbito de la vida frente al de la muerte (de pie/tumbado). 
 Pese a todo, resulta difícil distinguir entre el rostro del difunto y el de los vivos, puesto que la inexpresividad llena la escena hasta el punto de confundirnos.

En estas imágenes, estos fotógrafos hacen emanar a través del tema, pero también, a través de la propia imagen, una atmósfera fría, una rigidez penetrante, como si la esencia del cadáver invadiese el entorno. La imagen en sí se muestra con toda su fuerza del mismo modo que la visión directa de un cadáver.
    

     3. A modo de conclusión: significado y función



Estos retratos maravillosos para quienes los encargaban no sólo tenían esa función de recuerdo, sino que también fueron realizadas para emprender un viaje hacia Latinoamérica, donde eran recibidas con entusiasmo y tristeza por los familiares emigrados. 
Encargados como testimonio y prueba irrefutable del acontecimiento, emprendían un viaje a través del charco, trasladando así la costumbre del rito funerario. La propia imagen se convierte en un emigrante más que acaba por integrarse en la sociedad Latinoamericana hasta formar parte íntegra de ella.

La fotografía, al igual que los registros parroquiales o las honras fúnebres, se convierte en un documento notarial de la defunción, dando fe del hecho acaecido e informando a los familiares que no podían desplazarse

Sin embargo, existían otras funciones añadidas como la de documentar el rito funerario para que así el emigrado, que también había participado en los costes del funeral, pudiera ver lo bonito que había quedado todo, además de conservar un retrato del propio difunto. 
De igual manera, el coste de la fotografía justificaba que, además de la instantánea tomada al fallecido, se aprovechara la ocasión para representar a otros miembros de la familia alejados de la zona (ocasión considerada como única). 
La fotografía se convierte en un instrumento de unión del grupo disgregado; en un vínculo, como lo denomina Bourdieu, entre los emigrados y el grupo de origen mediante el intercambio de retratos que da cuenta de las transformaciones por las que transitan los conjuntos familiares diseminados.

De acuerdo con esto, la inclusión del adulto, por ejemplo, en la fotografía de un angelito sirve como referencia para dotar de identidad al pequeño. Como también, el álbum de fotos da cuenta de la historia familiar al hilvanar a los individuos y los grupos, valiéndose de su participación en los grandes acontecimientos, haciendo que la edad del progenitor o hermano que acompaña al cadáver se convierta en el hito temporal que permite ubicarlo en la historia, reforzando así la integración de la familia, al expresar tanto su existencia como su apego a aquellos momentos claves de la vida social de ésta, como los bautizos, las bodas y los funerales. 
No hay que olvidar que desde sus inicios, además de retratar al difunto aislado, también era habitual, en el caso de los bebés, que los padres sostuvieran a sus pequeños difuntos entres sus brazos manteniendo ese intento de ocultamiento característico de los primeros años:

     Si se toma un retrato de un niño, debe de estar situado en las rodillas de su madre, y tomarlo de la manera más habitual, con una luz oblicua, representándolo dormido. Si se trata de un niño mayor, puede estar situado sobre una mesa, con la cabeza hacia la luz, ligeramente levantado, y en diagonal con respecto a la ventana. (The Photographic and Fine Art Journal, vol. 8, nº3, marzo de 1885)

Las fotografías que han llegado hasta nosotros no son un producto artístico autónomo del fotógrafo, sino que surgen de la voluntad y la necesidad de la familia, de una negociación entre las expresiones simbólicas del rito, establecidas por la tradición, y los valores artísticos del retratista, marcados por la moda, por su sensibilidad individual y por la técnica. 

En este sentido, la presencia del fotógrafo, a la vez que es necesaria e imprescindible para cumplir acabadamente con el ritual, introduce un elemento de tensión puesto que el grupo necesita de la fotografía para seguir adelante con la ceremonia; y para ello debe someterse a los dictámenes de un individuo ajeno, alguien que puede entender su significado pero no participa de él. Por su parte, el fotógrafo acepta el cargo, cobra por él, y poco a poco se perfecciona en los retratos de difuntos, dominando la técnica y estableciendo su propio estilo.

En teoría, si el objeto de la visión espiritual es una imagen, sus representaciones figuradas, como afirma Schmitt, deben ser entendidas como imágenes de imágenes

En Galicia, creencias, supersticiones y costumbres en torno a la muerte configuran un imaginario colectivo del Más Allá donde los difuntos adquieren un nuevo estatus social, manteniéndose partícipes en todo aquello que atañe a la comunidad y a su familia. 

El medio de comunicación más habitual es el de las apariciones, entendidas éstas como una imagen del difunto, una suerte de alucinación visual que, por otra parte, resulta muy real. De algún modo, se podría interpretar la imagen fotográfica como una suerte de aparición, pero no ya intangible, sino como la última visión palpable para el vivo y que tiene lugar durante el velatorio: fotografiar al difunto permitía reiterar una y otra vez la misma visión, a la manera de una aparición. 
La fotografía se convertía entonces en la presencia de un cuerpo ya ausente, en una imagen de imágenes, en una aparición deseada y objetualizada. Asimismo, el retrato post-mortem se convierte en un artefacto fabricado durante el rito funerario con el fin de mantenerse como testigo y huella del que fue y ya no es; del que estuvo y ya no está, pero que sigue estando mediante una ilusión visual.

Acta de la conferencia que Virginia de la Cruz Lichet ofreció en el Tercer Congreso de Historia de la Fotografía celebrado en el Photomuseum de Zarautz.

Notas:


1 El primer capítulo de la publicación de Ariés está integramente dedicado aeste concepto, pp. 17-31


2 Si bien esta modalidad de retrato fue muy abundante, todavía hoy se desconoce gran parte de este material ya que permanece en archivos privados y ha sido poco estudiado.


3 Quisiera agradecer la amabilidad de Keta Vieitez, Chete Pose y Julio Reboredo Pazos por facilitarme el acceso al Archivo Vieitez, al Archivo Caamaño y al Archivo Reboredo respectivamente. Además quisiera mostrar mi especial gratitud a Chete, del Archivo Caamaño, y a Julio Reboredo “Cheta”, de la colección Maximino Reboredo, quienes me han facilitado el material gráfico aquí publicado y muy especialmente a este último por las facilidades que he tenido para trabajar con dicho material y por su predisposición, además de su interés por favorecer la investigación.


4 Existe un gran número de fotógrafos y de archivos privados en toda la comunidad gallega. Sin embargo estos ejemplos, además de ser representativos de tres momentos diferentes y tres zonas distintas (Lugo, A Coruña e interior de las provincias de Orense y Pontevedra), son de una gran calidad fotográfica. Hay que tener en cuenta que una característica común de todos ellos fue la dificultad de tener un material adecuado para trabajar. En el caso de Caamaño, éste tuvo una Brownie-Kodak de foto fija que no enfocaba. Reboredo se tuvo que enfrentar con la dificultad de trabajar con placas de vidrio y lo que ello significaba a la hora de desplazarse de un sitio a otro. Vieitez, a pesar de vivir en una época más fácil técnicamente hablando, empezó con una cámara muy sencilla de formato 6x9 y como él dice “a mí nadie me regaló nada”. Desgraciadamente, sólo es posible publicar imágenes de Ramón Caamaño y de Maximino Reboredo ya que las de Vieitez no están autorizadas para su publicación.


5 Ambas fotografías se pueden encontrar en el Archivo Gráfico del Museo de Pontevedra.

Notas bibliográficas:


About face. Photography and the death of the portrait. Catálogo de exposición, Londres: Ed. Hayward Gallery publishing; 2001.


BOLLOCH, J.:”Photographie après décès: pratique, usages et fonctions”.


En Le dernier portrait. Catálogo de exposición, París: Ed. Reunión des Muses Nationaux, 2002; pp. 112-138.


BOOL, A.H. “Post-mortem photography”


En The British Journal Photographic Almanac and Photographer’s Daily Companion, Londres: Ed. J. Traill Taylor, 1978; pp. 84-85


BOURDIEU, Pierre: “Culto de la unidad y diferencias cultivadas”.


En Un arte medio. Ensayo sobre los usos sociales de la fotografía, 1ª ed. Barcelona: Editorial Gustavo Pili, 2003; Colección Fotografía, pp. 56-59


BURGESS, N.G.: “Taking portraits after death”


En The Photographic and Fine Art Journal, vol. 8, nº3, marzo de 1885. Nueva York: Ed. H.H. Snelling; p. 80


BURNS, Stanley B.: Sleeping Beauty II. Grief, bereavement and the family in memorial photography. American and European traditions, 1ª ed. Nueva York: Ed. Burns Archive Press, 2002


BURNS, Stanley B.: Sleeping Beauty. Memorial Photography in America, 1ª ed., Altadena, California: Ed. Twelvetrees Press, 1990


FARRELL, James’J.: Inventing the American way of death. 1830 – 1920, Philadelphia: Ed. Temple University Press, 1980


GORER, Geoffrey. “The pornography of death”.


En Encounter. Literature, Arts, Current Affairs. Vol. V, nº4, octubre 1955. Londres. Ed. Stephen Spender and Irving Kristol; pp. 49-52


Le dernier portrait. Catálogo de exposición, París: Ed. Reunión des Muses Nationaux. París, 2002


MEINWALD, Dan: Memento Mori. Death in nineteenth century photography, Riverside, California; Ed. California Museum of Photography, University of California, 1990. Col. CMP Bulletin, vol. 9, nº4


ORR, Charlie E.: “Post-mortem photography”


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PIGLER, Andor: “Portraying the dead”


En Actae Historiae Artium. Academiae Scientiarum Hungaricae. Tomo IV, 1957. Budapest: Ed. Magyar Tudomanyos Academia: pp. 1-75


RINHART, Floyd y RINHART, Marion: “Rediscovery: An American way of death”. En Art in America, vol. 55, September-October 1967. Nueva York: Ed. Art in America Co.; pp. 78-81


RINHART, Floyd y RINHART, Marion: America’s affluente age, New Jersey: Ed. A.S. Barnes and Co., Inc, 1971


RODINO, Hugo José. Inmigrantes españoles en Argentina: adaptación e identidad. Documentos 1915-1931, 1ª ed. Buenos Aires: Biblioteca Nacional, 1999; p. 13


RUBY, Jay. “Portraying the dead”


En Omega. Journal of Death and Dying, vol. 19 (1), 1988-1989. Nueva York: Ed. Baywood Publishing Company; pp. 1-20


RUBY, Jay. “Post-mortem portraiture in America”


En History of Photography, vol. 8, nº3, Julio-septiembre 1984. Londres: Ed. Taylor & Francis, Ltd,: pp. 201-222


RUBY, J.: Secure the shadow. Death and photography in America, 1ª ed. Cambridge (Massachussets) y Londres: Ed. The MIT Press, 1995


SCHMITT, Jean-Claude: Les revenants. Les vivants et les morts dans la société médièvale, Mesnil-sur-l’Estrée: Ed. Éditions Gallimard, 1994; pp. 234-235


SOUTHWORTH, Josiah: “A panel discussion on technique”


En Philadelphia Photographer, vol. X, nº117, septiembre 1873. Philadelphia: Ed. Benerman & Wilson; pp. 279-280



lunes, diciembre 27

Susana López no para!!!

Mientras la exposición LastCall continúa sumando visitas en la galería PhotoArte Komite. Susana López mantiene su habitual ritmo de trabajo. 
Durante el mes de diciembre a presentado nuevos trabajos en la exposición “The Moment of Privacy has passed” (del 11 de diciembre al 6 de marzo) en Usher Gallery (Lincoln) y hemos tenido la oportunidad de saludarla en “A bit of Christmas Baazar” (1 Riverside, Manbre Road, Hammersmith, London) espacio de encuentro de diversos creadores.
Además, ha participado, como fotógrafa, en las actividades navideñas de CoolTan , y en las audiciones llevadas a cabo en el Chelsea Theatre “Talent Factory Festival” organizadas por nicolaforyouth.
Por si fuera poco, nos cuenta que su paso por los talleres organizados por Viewfinder Photography Gallery (uno sobre el retrato callejero y el otro sobre paisaje urbano, impartido por Alex McIlhiney) han sido de lo más fructíferos.
Los artistas de PhotoArte Komite no paran!!!

viernes, diciembre 24

MusicPhake para Last Call 2

Esta semana os dejamos con el primer single del albúm "Language. Sex. Violence. Other?" de la estupenda banda galesa Stereophonics. En él, se han decidido por coger el coche para trasladarse de una nota a otra en vez del avión, supongo que han sido previsores o se asustado por el caos aéreo de estos días por toda europa.


jueves, diciembre 23

Berlín: 2º parte, por Susana López F.

El folleto que cogí en el Runde Ecke me muestra una enorme área de edificios de varios pisos que cubren el espacio de varios bloques de edificios. La fotografía se tomó desde el aire y, porque los edificios se doblan por una mitad perfecta, el complejo parece un chip de ordenador gigante. (City-list: Berlín. And the Wall came tumbling down. Anna Funder, Stasiland, pg. 196)

"Stasi", Susana López, 2009

 
Al final descubro cómo entrar y me sorprende que el tiempo parece detenido, un escalofrío recorre mi espalda mientras paseo por las salas. Al final me siento a beber un café y pienso: 
“¿Cómo se puede vivir cuando sabes que hay ojos observando lo que haces las 24 horas del día y en todas partes?” 
Supongo que nosotros somos afortunados porque nunca lo sabremos, nacimos en el Oeste de Europa, nacimos libres para decidir que queremos leer, qué música queremos escuchar, qué películas queremos ver. 
Tenemos que afrontar nuestros errores y solucionarlos sin la ayuda de los oficiales de la Stasi, pero podemos cometer errores.
Susanalf

miércoles, diciembre 22

Ph'a'Ke en EITB Kultura

Para tod+s aquell+s que no pudistéis ver el reportaje que ha emitido EITB sobre PhotoArte Komite, aquí os dejamos el vídeo donde el equipo y algunos de los fotográfos de la galería charlan sobre su trabajo y el proyecto Ph'a'Ke.



"Dream on Cyclist: Maya", por Igor Calvo




“Cómo odiaba las muñecas, los vestiditos de princesa, el ballet, los buenos modales, a l+s cuitad+s de mis amig+s y al cura y las monjas del convento de al lado de casa.


Yo era feliz coleccionando y estudiando a los insectos e invertebrados que invadían el bosque aledaño al pueblo (qué magníficos ejemplares de la complejidad de la vida) y nunca entendí que eso pudiera convertirme en un chicazo y alejara a los “buenos hombres” de mi lado.


Tuve que emigrar para poder estudiar las “masculinas” ciencias naturales y viajar aun más lejos para realizar mi Tesis sobre “La Sociedad de la Información de las Abejas”.


Dicen que lo conseguido con esfuerzo sabe aun mejor. Por mi parte, he de decir que me he convertido en toda una gourmet de la vida.”

"Dream on cyclist: Maya", por Igor Calvo

martes, diciembre 21

Berlín: 1º parte, por Susana López

"Los periódicos del Oeste no se podían comprar en el Este y el pueblo tenía prohibido leerlos, pero los oficiales del Partido los usaban para vigilar la propaganda del Oeste. La televisión del Oeste también era tabú, pero la policía escuchaba la radio. Cada noche miles de ciudadanos del Este hacían una emigración a través de la televisión. Durante las horas de luz solar tenían que vigilar que sus antenas no apuntasen al Oeste
PRESTON, Marcia. West of the Wall. Página 104

Paseas por Karl-Marx-Allee, la calle es inmensa y está desierta y la monumental arquitectura socialista, las fachadas de inspiración rusa, te cortan la respiración. 
Si cierras los ojos y te puedes imaginar los tanques avanzando por la avenida, parece construida a su tamaño. Continúas avanzando y ahora la calle cambia de nombre, se llama Frankfurter Allee, pero sigue siendo igual de grande, ¡tiene 89 metros de ancho!, apenas te cruzas con nadie, los cafés te recuerdan a películas antiguas, la ropa que ves en los escaparates de las tiendas parece de hace años.... ves las tiendas que todavía exponen la mercancía en la calle, como cuando éramos pequeños, y te gusta lo acogedora que es esta calle tan grande a pesar del frío. 

"Stasi0" Susana López, 2009

Continúo caminando y llego hasta la parada de metro Magdalenenstraße, y paso de largo, desde la calle pasa desapercibida... Qué ironía ¿verdad?, el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana, ese edificio donde todo se sabía, todo, absolutamente todo, está escondido a los ojos del paseante.

Susana López F.

lunes, diciembre 20

Catálogo de LastCall, de Susana López



La galería PhotoArte Komite presenta el catálogo de la exposición LastCall de Susana López.

Catálogo de LastCall, de Susana López

domingo, diciembre 19

Wikileaks | Worldleaks | Warleaks updated II

                               "World park 3: fight the powerrr", Ighost 2010


Esperemos que el "asunto" wikileaks siga generando una noticia tras otra, siga de actualidad y siga, sobre todo, despertando el interés, la respuesta y la acción de tantas y tantas personas que no están dispuestas a ser meros "espectadores" y votantes ocasionales, sino a ser ciudadanos activos y luchar por mucho más que su bienestar económico.

- Del asesinato de Julian Assange al asesinato civil de Gary Hart
- WikiLeaks, las cuentas del Bank of America y el embajador en Madrid
- Anonymous llama a empapelar las calles con Wikileaks
- El apoyo a Assange conmociona al Poder
- Wikileaks y Ley Sinde: El plan internacional (III)
- especial elpais.com

sábado, diciembre 18

Waiting for...Last Call

POZZO:
I don't seem to be able . . . (long hesitation) . . . to depart.
ESTRAGON:
Such is life.
Waiting for Godot, Samuel Beckett

Imagina un espacio marginal, un espacio al que cuesta acceder y del que no puedes salir, un espacio de tránsito en el que nadie conoce a nadie. Imagina un inmenso espacio vacío en el que desconocemos cuáles son nuestros derechos y en el que la identidad de cada sujeto queda diluida en una tarjeta de embarque. Imagina que esperas un LastCall!!, porque entonces
 “Nos habremos salvado”. 
Pero, al igual que en la obra de Beckett, Godot/el avión no llega nunca: Es el teatro del absurdo de los aeropuertos
 
LHR24, Susana López, 2010

Con todas las experiencias vividas en esos lapsos de tiempo infinitos pasados en los aeropuertos, Susana López (reconocida creadora radicada en UK) puso en marcha una interesantísima iniciativa denominada lastcall. Bitácora abierta a la participación que 
“Nace como una reflexión a todas las horas que invertimos a lo largo de nuestra vida en esperar aviones que llegan con retraso”.
Poco a poco, el blog fue tomando fuerza hasta convertirse en la magnífica exposición que la galería PhotoArte Komite tiene el placer de presentarles.

LastCall desarrolla una serie de temas ya recurrentes en la obra de Susana López. 
  • su querencia por captar las estructuras físicas en las que el sujeto se desenvuelve (como en BCNOut, BCNPrensa, DUS24 o BCNT1) 
  • crea imágenes potentes que nos transmiten la fragilidad del individuo que las habita;  
  • la radical soledad del ser humano y su dificultad para comunicarse (LHR24 o MXPT2 );
  • la incapacidad de actuación como metáfora del tedio y angustia existencial.
LastCall es un itinerario a través de todos aquellos aeropuertos por los que, en un momento concreto, nuestro viaje ha discurrido. 
Un itinerario existencial que nos habla del absurdo de la existencia humana.
S.M.X.
PhotoArte Komite

viernes, diciembre 17

MusicPhake para LastCall


El primer MusicPhake para LastCall nos lleva hasta una hollywoodiense terminal de aeropuerto para contarnos (de manera un tanto edulcorada) la odisea aeroportuaria de un extranjero en (aero)suelo americano. La música es de John Williams y esperamos que sea un arranque magnífico para recorrer con sus notas la exposición de Susana López; aunque, suponemos que la autora o aquell@s que estáis leyendo estas líneas no habéis tenido que padecer tanto como el protagonista de la película en vuestros periplos por esos aeropuertos de Dios ¿O si?

jueves, diciembre 16

Inauguración de LASTCALL, de Susana López

La galería PhotoArte Komite tiene el placer de presentar la exposición LASTCALL de la reconocida creadora  radicada en UK Susana López Fernández.

Este interesantísimo trabajo toma como punto de partida el blog lastcall, iniciativa de la propia artista y en el que se recogen las imágenes de todos aquellos aeropuertos por los que, en un momento concreto, nuestro viaje ha discurrido. “Nace como una reflexión a todas las horas que invertimos a lo largo de nuestra vida en esperar aviones que llegan con retraso” comenta la artista.

Por fín, las potentísimas imágenes de Susana López se han convertido en una exposición: LASTCALL

"Last Call"
de Susana López
Del 16 de diciembre al 15 de enero
PhotoArte Komite

miércoles, diciembre 15

¡Felicidades MindTheGap!


Durante los últimos treinta días hemos tenido la oportunidad de disfrutar la ciudad construida/re-construida/de-construida que en MindTheGap recrea S·K.

Desde la galería PhotoArte Komite queremos agradeceros la magnífica acogida que ha tenido la exposición y la cantidad de visitas que habéis realizado al catálogo.
Recordaros que podéis visitar todas las exposiciones realizadas por la galería en la página de PhotoArte Komite.


Así mismo, queremos agradecer al equipo de FOTODNG que en su número nº 52 incluya, de nuevo, información sobre nuestra exposiciones.